Nota

Pequeña galería de tachaduras

por Felipe Cussen
Académico Instituto de Estudios Avanzados
Universidad de Santiago

1. kleon

Austin Kleon. Newspaper Blackout. New York: Harper Perennial, 2010.

Hace pocos años, Austin Kleon consiguió un súbito éxito al publicar Newspaper Blackout, un libro en el que puso en práctica una particular forma de escritura: tachar páginas de periódico con un marcador y dejar sólo algunas palabras aisladas, para formar un nuevo discurso. El relato del descubrimiento de su técnica resulta algo ingenuo, y por momentos se acerca a un manual de autoayuda para la creatividad (“Writing should be fun. Everyone can do it”), pero al menos incluye a una serie de importantes predecesores en esta misma práctica, entre los que destaca Tom Phillips, quien en 1966 intervino una novela victoriana mediante pintura y collage para conseguir un modo similar de intervención selectiva o “writing through”.

2. ullán

José-Miguel Ullán: “Alarma” [1975]. Ondulaciones. Poesía reunida (1968-2007). Ed. Nicanor Vélez. Barcelona: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2008.

Podemos, sin embargo, encontrar un caso más parecido al Kleon en José-Miguel Ullán, quien cubre parcialmente con sus trazos un texto en el que también resalta un par de frases, lo que a juicio de Gabriel Zaid corresponde a una modalidad de “found poetry”.

T. S. Eliot. The Waste Land. A facsimile and Transcript of the Original Drafts Including the Annotations of Ezra Pound. Ed. Valerie Eliot. Orlando: Harcourt, 1971.

T. S. Eliot. The Waste Land. A facsimile and Transcript of the Original Drafts Including the Annotations of Ezra Pound. Ed. Valerie Eliot. Orlando: Harcourt, 1971.

Esta técnica no sólo opera como un modo de destacar un fragmento, sino también como una revisión. Quizás el ejemplo más célebre sean las correcciones que Ezra Pound realizó sobre el manuscrito de The Waste Land de T. S. Eliot. La publicación facsimilar de esta versión permite acceder al proceso mismo de la mutación de un libro que resultaría canónico. Si en este caso fue el maestro quien enmendó al alumno, también hay casos opuestos, como el provocador Rodrigo Lira con su admirado Enrique Lihn, quien cuenta que “una tarde llegó a General Salvo con una sorpresa: su ejemplar de mi novela La orquesta de cristal, corregida, más bien reeditada por él. Para operar con mayor comodidad había desencuadernado La orquesta, haciéndole poner un lomo de espiral de plástico; así le sumó páginas en blanco que se inundaron de las enmiendas, inserciones o eliminaciones y sustituciones, a que había sometido mi novela, a partir de un solvente trabajo de corrector”. Pero hay quienes trascienden este gesto y lo proyectan hacia una nueva obra. Nick Thurston  tomó una copia de El espacio literario de Blanchot, la subrayó y llenó con sus propias anotaciones. Luego, produjo una versión en la que borró todo el texto original y dejó sólo los títulos de los capítulos y su propia marginalia.

4. mueller

Kristen Mueller. Partially Removing the Remove of Literature. Berlín: & So, 2014.

Kristen Mueller, a su vez, tomó un capítulo del libro de Thurston y borró sus anotaciones: sólo quedaron en pie las líneas subrayadas, que paradójicamente también podrían verse como tachaduras.

5. grez

Alfonso Grez. Defcon3. Santiago: Ventilador Ediciones, 2010.

Es probable, de todos modos, que la resonancia más fuerte de este curioso método sea la censura. Alfonso Grez lo utiliza como una forma de descartar aquellos poemas que no le han gustado dentro de su propio libro, aquellos poemas que “me hubiera gustado publicar si los hubiera escrito bien”, pero al mismo tiempo lo vincula a la manipulación de archivos secretos (el título de su libro refiere al sistema de alerta de seguridad estadounidense).

6. doris

Stacy Doris y Lisa Robertson. “The Perfume Recordist”. I’ll Drown my Book. Conceptual Writing by Women. Ed. Caroline Bergvall et al. Los Angeles: Les Figues Press, 2012.

Stacy Doris y Lisa Robertson, de un modo similar, eliminan algunos elementos potencialmente sensibles de una comunicación por correo electrónico. La artista Natalia Babavoric, por su parte, se ocupa de realizar una selección y edición de un material que ya venía previamente tachado: los archivos desclasificados por la CIA, referidos al período 1968-1991. Carlos Soto Román también ha recurrido a la misma fuente, pero borró las secciones aún legibles con la tinta blanca del Liquid Paper.

7. jarpa

Voluspa Jarpa. Biblioteca de la No-Historia. Santiago, 2010

8. broodthaers

Marcel Broddthaers. “Un coup de dés jamais n’abolira le hasard. Image” [1969]. Collected Writings. Ed. Gloria Moure. Barcelona: Ediciones Polígrafa, 2012.

La “edición” del famoso “Coup de dés” de Mallarmé a cargo de Marcel Broodthaers constituye, a juicio de Craig Dworkin en Reading the Illegible, “perhaps the most famous artistic work to evoke the chillingly beautiful aesthetics of censorship”. Esta eliminación del texto, sin embargo, refuerza aún más la potencia visual del libro original. Llama la atención, además, que son muchas las intervenciones similares que ha recibido esta obra, como bien estudia Riccardo Boglione en Riscrivendo l’illeggibile. Quattro cancelatture del Coup de Dés, y como se observa también en otros ejemplos recopilados por Annette Gilbert en Reprint: Appropriation (&) Literature.

9. martínez

Juan Luis Martínez. El poeta anónimo. São Paulo: Cosac & Naify, 2012.

En otros casos no es un texto, sino una imagen la que ha sido bloqueada. Así ocurre en El poeta anónimo de Juan Luis Martínez, un poeta célebre por tachar también su nombre, quien incluye una página con el pie de foto de “Flügel der Nebelkrähe” de Durero y tan solo un cuadrado negro.

10. bergvall

Caroline Bergvall. “Philomena [Exploded House]” [2012]. The Dark Would. Anthology of Language Art. Ed. Philip Davenport. Manchester: Apple Pie Editions, 2013.

El último ejemplo considerado en esta breve antología es quizás el más misterioso: se trata de un proyecto de Caroline Bergvall basado en la versión de Chrétien de Troyes de la historia de Philomena. Así lo describe Matt Dalby: “texts are painted over and erased, leaving rough black squares of silence. Except that a mark, even an erasure is never silent”.