por CECLI
¡Por cuarto año consecutivo, realizamos nuestras Jornadas sobre Objetos y Cultura Material, encuentro interdisciplinario dirigido tanto a entusiastas como especialistas! Parece ser que cada vez son más las personas interesadas en compartir sus investigaciones en torno al mundo de las cosas, porque la recepción de esta convocatoria en particular fue sumamente exitosa. Para esta versión, que se desarrolló los días 10 y 11 de octubre de 2018, elegimos el tema «Objetos migrantes», con la finalidad de dialogar, desde distintas aristas disciplinarias, sobre el fenómeno migratorio, y las formas y materialidades que ha asumido a lo largo de la historia. En la convocatoria de nuestras Jornadas, nos preguntamos interrogantes como estas, las que, sin duda, fueron felizmente respondidas: ¿Qué objetos lleva un migrante en su maleta? O, más bien, ¿con qué objetos debe, puede y/o quiere viajar? ¿Qué objetos lo mantienen ligado a su lugar de origen y preservan su identidad tanto cultural como personal? ¿De qué modo sus propietarios seleccionan y organizan esos objetos? ¿De qué forma dan cuenta distintas disciplinas como la sociología, la historia, la arqueología, la antropología, la literatura y las artes de la migración de los objetos, saberes, técnicas y oficios? Por otro lado, ¿cómo se puede establecer un vínculo emotivo a través del objeto, no sólo con el pasado, sino con la pertinencia actual del debate migratorio? ¿Qué papel están dispuestos a jugar los museos hoy en día ante la crisis migratoria? Y, por último, ¿cómo motivar el diálogo respecto a las prácticas de hospitalidad y hostilidad con los migrantes?
El espacio escogido para el encuentro fue el Museo Histórico Nacional, emplazado en plena Plaza de Armas, punto en el que locales, viajeros e inmigrantes confluyen cotidianamente y que, tal como comentamos durante la inauguración de nuestras Jornadas, ha sido testigo de las transformaciones del paisaje urbano y humano de Santiago de Chile. Para nosotros, este fue el escenario propicio para reunirnos y socializar en torno a los objetos migrantes; para Natalia Isla, encargada de colecciones del Museo -y quien nos ayudó a gestionar la organización desde su institución-, el desarrollo de nuestras Jornadas se encumbra como un motor que, en futuro cercano, podría promover cambios favorables al guión museográfico, en la medida en que, actualmente, omite la migración como uno de los fenómenos fundantes de nuestra identidad.
Para las Jornadas del año pasado, «Objetos y emociones», invitamos a la diseñadora Bernardita Marambio a crear los afiches que acompañaron la convocatoria y el programa del encuentro. Nos sentimos tan felices del resultado que para esta versión volvimos a confiar en su ojo, pero ya no en calidad de invitada, sino como miembro del equipo de CECLI, como nuestra diseñadora oficial. Creamos en conjunto el concepto, inspirados por hallazgos tanto bibliográficos como iconográficos, para luego reunir, entre todos, los más icónicos «objetos transicionales», al decir de David Parkin, para que protagonizaran nuestras imágenes: un bolso, un reloj de viaje, un par de zapatos, un pasaporte, un portarretrato, un teléfono celular y una vela. Las fotografías fueron tomadas por Cristóbal Marambio.
Una hermosa sincronía se estableció entre ese afiche, la preciosa vitrina efímera de objetos migrantes -curada por Natalia y nuestro equipo- que nos acompañó en la sala donde realizamos las Jornadas y las variadas presentaciones emprendidas por los y las expositores y expositoras: sin duda, las maletas fueron las grandes figuras de este encuentro, invocadas y convocadas en prácticamente todas las mesas temáticas. A ellas se suman mapas, libros, postales, registros fotográficos y audiovisuales, recetarios, joyas e indumentaria, peinados, álbumes de amistad, cartas, periódicos, mercancías y fragmentos del mundo clásico grecolatino, que formaron parte del elenco de objetos estudiados, rememorados y compartidos a lo largo de las Jornadas.
Tal como en noviembre de 2015, cuando nos aventuramos a emprender este encuentro interdisciplinario por primera vez, este año contamos con presencia tanto nacional como internacional, situación que nos enorgullece y, sobre todo, llena de alegría por la confianza depositada en nuestro proyecto. Como se puede apreciar en el programa, la mesa inaugural, «Museos de la experiencia migrante», contó con la participación de Imma Boj, directora del Museu d’Història de la Immigració de Catalunya, España, quien expuso «La memoria de los objetos silenciados», una presentación acerca de emotivas historias de mujeres y hombres migrantes que giran en torno a objetos como perfumeros, manojos de llaves y enseres domésticos. Estos artefactos han modelado la colección actual del museo y protagonizan, a su vez, un maravilloso catálogo-álbum de fotos que Imma compartió con nosotros. En ese mismo panel, Mariana Esteves, coordinadora del Museu da Imigração do Estado de São Paulo, presentó «Resignificando objetos: las experiencias del Museo de Inmigración del Estado de Sao Paulo», un repaso por la biografía de la institución, sus hitos más significativos y el cuidadoso trabajo de recolección de objetos provenientes de las tan variopintas comunidades migrantes de la ciudad, que han dado vida a interesantes exhibiciones, como Coleções descobertas: sapatos, muestra que citamos en nuestra convocatoria como parte del «estado del arte» de la temática de nuestro encuentro. También desde Brasil, pero a través de una videoconferencia, la socióloga Svetlana Ruseishvili expuso su investigación «Carimbos, letras o rostros: uma etnografia da mala de refúgio», una presentación sobre las dimensiones materiales y emotivas de las maletas de los inmigrantes rusos en territorio brasileño. ¡Agradecemos profundamente sus travesías -físicas o virtuales- hasta Chile y esperamos mantenernos en contacto!
Por supuesto, la participación de ponentes nacionales es también un motivo de alegría, porque permite no solo seguir tendiendo lazos y compartiendo afinidades, sino también hacernos notar que estamos mucho más cerca de los que creíamos. Es realmente bello y satisfactorio reconocer que estas Jornadas se han convertido en un espacio amable y respetuoso de intercambio y socialización tanto de estudiosos como de aficionados a la cultura material y el vasto universo objetual: artistas, historiadores, coleccionistas, antropólogos, diseñadores y archiveros. ¡Esperamos seguir encontrándonos en el futuro!
¡Agradecemos a ponentes y asistentes por su presencia fecunda e incondicional, y al Museo Histórico Nacional por el apoyo y acogida que nos brindó tanto en los preparativos como en la realización de nuestras Jornadas!
A continuación pueden apreciar el registro de ambos días a cargo del fotógrafo Claudio López, la fotógrafa Marina Molina y Francisco Castillo.