por Loreto Casanueva y Javiera Barrientos
Editoras y cofundadoras del CECLI
Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, aun es una impresionante exposición que reúne, en el Museo Jumex de Ciudad de México, a dos de los artistas que marcaron el arco temporal dentro del arte contemporáneo del siglo XX: Marcel Duchamp (1887-1968) y Jeff Koons (1955). Su encuentro se propicia en torno a temas como la autorrepresentación, el culto del artista y la producción masiva de artefactos. Si bien en su título resuena el estudio sobre Duchamp que en 1970 publicó el escritor mexicano Octavio Paz, el concepto más elocuente de todos, aquel que cruza los dos pisos de la exhibición, es el ready-made, santo y seña de la obra de Duchamp que Koons actualiza, así como su comprensión del objeto cotidiano—sacralizado artístico—como propulsor de seducción y placer.
Entusiasmadas porque la exposición abría precisamente el fin de semana de nuestra llegada a Ciudad de México, no dudamos en ir apenas tuvimos un respiro de las increíbles actividades que ocuparon nuestra gira como representantes del Centro de Estudios de Cosas Lindas e Inútiles. Llegamos al Museo Jumex, un espacio curatorial abierto el año 2013 al alero de la Fundación Jumex Arte Contemporáneo, diseñado por el arquitecto británico David Chipperfiel y vitrina de artistas de la talla de Andy Warhol, Alexander Calder, Cy Twombly y Ulises Carrión, con nuestras billeteras en mano, malacostumbradas a las a veces caras entradas que acompañan exposiciones de grandes artistas en museos de carácter privado. Grata fue la sorpresa al descubrir que la visita sería gratuita dado nuestro carácter de estudiantes de posgrado y más grata aun al comenzar el recorrido por las distintas salas percatándonos que se trataba de un ingenioso contrapunto entre la obra de ambos artistas. El curador invitado Massimiliano Gioni establece, de acuerdo a la museografía de la exposición, “un paralelismo entre las obras de Duchamp y Koons para abordar conceptos clave sobre los objetos, las mercancías y la relación del artista con la sociedad”. Aquí, nos aproximaremos a dos consonancias que el mismo Gione propone como entradas de lectura y que llamaron nuestra atención por resonar, a su vez, con nuestro proyecto editorial y curatorial: los conceptos de ‘erótica de las cosas’ y de ‘remediación material’.
La “erótica de las cosas” orienta el guion de la muestra no solo a través de las obras en las que esa dimensión se alude o explicita (como en Prière de toucher de Duchamp, de 1947, o la serie de fotografías Made in Heaven que retrata a Koons y Cicciolina en diversas poses amatorias), sino también a partir de la relación que se entabla entre ellas y las vitrinas. “Los escaparates . . . ocultan . . . el coito a través de un cristal”, escribía Duchamp en 1913—misma fecha en que creó sus primeros ready-mades—, estableciendo una analogía entre arte y objetos de consumo desde la pulsión del deseo. Probablemente, el objeto más deseado de la exposición, el famoso Urinario de Duchamp, réplica de 1964, se levanta impoluto tras un vidrio, estoico ante las fotos de las y los visitantes, mientras, por ejemplo, las esculturas de juguetes de Koons, de impactante monumentalidad (como Seated Ballerina, la anfitriona de la exhibición, o Play-Doh, una masa gigantesca que simula ser de plasticina), se presentan desprovistos de barreras físicas, aunque tenazmente vigiladas por guardias. Objetos cuyas materialidades invitan al tacto—para verificar si se trata de originales o copias, de verdades o ficciones—son arrinconados a la esfera de lo visible por la imaginaria celda, a la vez criticada y ostentada por Duchamp a lo largo de su carrera, que encierra a la Obra de Arte.
Pese a que los contextos de producción de Duchamp y Koons son sumamente diferentes, sus obras hacen eco de las modulaciones del sistema capitalista y su influjo en las formas de creación, circulación, intercambio y exhibición de la obra artística. Así, llama la atención el acento que ponen en las materialidades de sus piezas y la tensión entre ser y parecer que ellas promueven. Gran parte de los ready-mades de Duchamp—antes de ser bautizados como tales—fueron construidos por artesanos de los rubros más diversos, con materias primas propias del mundo cotidiano, adecuadas para su función primaria. Madera, esponja y porcelana modelan objetos utilitarios que, gracias a la alquimia verbal de Duchamp, devienen en esculturas.

Jeff Koons, Ballon Dog (Magenta), 1994-2000. Museo Jumex.
En el caso de Koons, sus juguetes inflables—una langosta, un Hulk, un perrito salchicha—juegan, efectivamente, con nuestra mirada, tendiéndonos un trampantojo eficaz: aunque lucen como plásticos de la industria china, tras leer sus cédulas nos enteramos de que están elaborados con metales tan pesados como aluminio y bronce. Las remediaciones de Duchamp y Koons conversan pero también discuten. Si Duchamp expone crudamente la materialidad del objeto cotidiano, Koons la simula a través de materiales propios de la construcción escultórica ligada a las Bellas Artes. En la constelación que se provoca al caminar de una pieza de Duchamp a una de Koons y de regreso, se crea un horizonte interpretativo que es, ante todo, erótico.
Esta exposición cuenta, además, con una hermosa e interesantísima sala que funcionaba a su vez de epílogo o corolario: el archivo del artista Saadane Afif o Fountain Archives, una colección de páginas y libros que mencionan y reverencian al urinario de Duchamp. Archivo de arte que luego pasa a ser archivo de sí mismo, consiste en un gran muro de páginas de libros rasgadas de sus contenedores originales. Lo acompaña una estantería metálica a modo de librero, similar a las utilizadas en bibliotecas públicas o universitarias, que contiene parte de los libros que han sido desmembrados para dar vida al muro. Desde libros de historia del arte hasta biografías, Afif rearticula la idea de ready-made a partir de una pieza-biblioteca donde el acto de extraer y disponer páginas impresas de modo serializado separadas de sus soportes-recipientes-museos originales, cual obras de arte, es el gesto más significativo.
¡La exposición se puede visitar hasta el 29 de septiembre de este año!
Museo Jumex
Ubicación: Miguel de Cervantes Saavedra 303, Colonia Granada, Ciudad de México
Horario: martes a domingo, 10:00 a 19 hrs.
Precio: Público general: $50 pesos. Público mexicano: $30 pesos. Domingos: entrada libre. Entrada gratuita diaria a menores de 15 años, estudiantes, profesores y adultos mayores con credencial vigente.
Página web: https://www.fundacionjumex.org/es